martes, 14 de enero de 2014

Felicidad

Por la mañana cayó una lluvia fina e ingrávida. El cielo tenía la textura y el color gris pálido de los días de nieve. Si hubiera hecho más frío las leves gotas de agua se habrían convertido en copos. Qué felicidad.

3 comentarios:

giovanni dijo...

Leyéndote la comparto. Acá, desde mi cuarto un cielo de grises casi hasta negro cerca del horizonte en el este y justamente ahí explota debajo del casi negro una luz media blanca azul de la aurora, con un poco de rojo. Vuelvo a la ventana y ahora está rosado al horizonte, el rojo aumenta.

NáN dijo...

leves gotas de agua que se convertirían en dulces copos de nieve.

Jesús Miramón dijo...

Me gusta la nieve. Es algo que no puedo decirle a la gente que vive donde nieva mucho -¡cómo se nota que no tienes que sufrirla todo el invierno!, dicen- pero me gusta mucho la nieve. Cualquier fin de semana de estos subiremos a caminar sobre ella y escuchar su crujido bajo nuestras botas. Un abrazo, amigos.